Una joven casada esperaba su primer hijo con ilusión. Pero el hijo nació muerto. Desesperada acudió a un sanador a que la ayudara. Él le dijo: "Traéme un gramo de mostaza de una familia que no haya sufrido". La mujer recorrió toda la ciudad, pero no consiguió dar con una sola casa por la que no hubiera pasado la tragedia. Volvió al sanador y comprendió. El sufrimiento es parte de la vida. Lo importante es cómo lo procesamos para aprender. Cómo seguimos alimentando nuestra alegría pese a ello.
Como
cuenta Magda Gomar, una abuela sabia, "hay que ser humilde, hay que pedir ayuda". Pide con el alma. "Pide sabiduría y te será dada. Pide tranquilidad y te será dada. Pide lo que quieras porque hay algo superior, ponle el nombre que quieras. Busca tu alma. Puedes creer en la religión que sea, pero si no miras dentro de ti, si no te escuchas, no sirve de nada."
La abuela Gomar aprendió de pequeña a no rendirse ante la desgracia. "Nadie me solucionaría mis problemas. Si no cambiaba mi actitud, la batalla estaba perdida. La cambié. No podía estar apagada, cantaba y silbaba al mismo tiempo. Ponía mi gramo de alegría".
2 comentarios:
Me gustó.
Me llamo Esperanza , la Sra Magda Gomar llego a mi vida hace un año con la entrevista de la Vanguardia , me lleno con su pa y sabiduría , me encantariacontactar con ella ,Maria Esperanza.
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