La marca Dove, en su campaña a favor de la belleza natural, ha creado un vídeo que muestra el montaje y artificio que envuelve a un anuncio, en la que la imagen final se parece a la modelo original como un huevo a una castaña.
Me recuerda a aquel trabajo que descubría los retoques de imagen que sufría la chica de una portada de revista. El interactivo repasaba uno a unos los cambios en la fisonomía de la modelo. La pregunta es, ¿para qué se buscan profesionales si al final no son modelo de nada?
Programar o no programar (podcast #35)
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Hace 2 semanas
1 comentario:
Asombroso. Y acojonante.
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