Apareció hace una semana. Escuálido y famélico. Devoraba los platos de comida seca con ansiedad. También buscaba compañía. Parecía acostumbrado.
El ritual se ha repetido todos los días. Aparecía por la noche y por la mañana, a desayunar y a cenar. Pareció engordar un poco. Pero la situación era provisional. Así no podíamos seguir, a pocos días de irnos de vacaciones.
La gata, porque hemos descubierto que es hembra, ya tiene dueña. Es una felina afortunada porque otros muchos, muchísimos, no corren la misma suerte, abandonados por vacaciones, como un fardo demasiado pesado que se tira por la borda.
Premi DonaTIC 2025
-
Los momentos bonitos hay que celebrarlos. Ayer, 2 de octubre, fue uno de
esos momentos. Recibí el premio DonaTIC 2025 en la mención de Cultura
Digital. ...
Hace 9 horas