El segundo texto ineludible es la entrevista a la filósofa Amelia Valcárcel:
"No se nos puede exigir a las mujeres que aportemos algo especial para justificar el derecho a existir bajo los rayos del sol. Las cosas, o se hacen juntos o no se hacen. La reivindicación del mal significa que yo no tengo obligación de cumplir estándares más altos que otros: tengo derecho al estándar que el otro se pone, y si éste es de mediocridad, no me importará ser mediocre. Opino que para que la humanidad vaya bien, el estándar de excelencia debe de estar en ambos, pero me niego a entrar en el estúpido juego de tener que demostrar el doble para obtener la mitad".Eso es tan cierto y hay tantas mujeres que pensamos así que el problema llega cuando tienes que decidir si juegas o no. Yo he decicido no jugar y sé de muchas otras mujeres que también han optado por lo mismo. Pero si pocas juegan, ¿quién va a influir en el cambio de las reglas?
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